Literatura Francesa
La literatura francesa nace en el siglo IX, con los primeros escritos en Lengua romance. Ha tenido una importante producción a lo largo de los siglos y esto ha permitido la creación de nuevos movimientos literarios y artísticos, cuya poderosa influencia sobre otras literaturas la hace ocupar una gran posición en la literatura universal.
Edad media
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El ciclo francés trata principalmente de héroes franceses que ponen sus armas al servicio de la religión. La figura central es Carlomagno, que se convierte en el héroe del cristianismo. El poema épico más famoso de este grupo, compuesto a finales del siglo XI y principios del XII, es la Canción de Roldán.
El ciclo bretón está basado en su mayor parte en el folclore celta. El poeta principal fue Chrétien de Troyes, que vivió a finales del siglo XII. Sus poemas versan principalmente sobre el semilengendario rey Arturo de Inglaterra y sus nobles caballeros.
El ciclo clásico es el menos original y por lo tanto, el menos importante. Utilizando material de los clásicos, los escritores cristianizaron a Agamenón, Aquiles, Ulises, y a los héroes de Tebas, Troya y Roma. La obra más conocida de este ciclo es el Roman d'Alexandre.
Al mismo tiempo existía una literatura más popular basada en historias breves en verso. Al principio estas obras trataban sólo temas religiosos, que indicaban la preponderancia de la Iglesia sobre la vida y el arte. Pero poco a poco estos textos fueron haciéndose cada vez más profanos. Los fabliaux florecieron en los siglos XII y XIII, y aparecieron en este periodo las sátiras Le Roman de Renart y Le Roman de la Rose.
Una de las primeras figuras del clasicismo fue François de Malherbe, que a pesar de ser un poeta mediocre, estableció los criterios literarios del siglo: la razón pura, el sentido común y la perfección de la forma. En la consolidación de estos principios contribuyeron las influencias del salón de la marquesa de Rambouillet y de la Academia Francesa.
La marquesa de Rambouillet fue considerada la fundadora del preciosismo, una reforma del lenguaje, los modales y del ingenio. Fue satirizada más tarde por Molière en Las preciosas ridículas (1659), por su amaneramiento y exageración. Pregonaba el refinamiento en el lenguaje, los sentimientos y las relaciones sociales. La marquesa de Rambouillet reunió en su salón a la mayoría de las figuras literarias contemporáneas. La forma y el contenido eran el tema de la controversia literaria de la época. Se discutían y criticaban los dos sonetos, 'Job', de Isaac de Benserade, y 'Uranie', de Vincent Voiture. Cabe destacar otra mujer que influyó en la moda literaria de la época, la marquesa de Maintenon.
El siglo XVIII, época de la Ilustración , se llamó así porque la mayor parte del esfuerzo intelectual se concentró en disipar la superstición y el oscurantismo de la Iglesia y de otras doctrinas institucionales. Estuvieron entre sus precursores François de Salignac de la Mothe Fénelon, Bernard le Bovier Fontenelle, y Pierre Bayle. En laHistoria de los oráculos (1686) Fontenelle atacó la base milagrosa del cristianismo y de la Iglesia con el pretexto de exponer la credulidad de los griegos y de los romanos. El Telémaco de Fénelon (1699) abogaba por la tolerancia religiosa y la escribió como guía para su discípulo real, el duque de Bourgogne. Estos dos escritores se distinguieron por su buen estilo.
Los Pensamientos diversos sobre el cometa de 1680 de Bayle (1680; 1682) y, en particular, su Diccionario histórico y crítico (1697) fueron útiles para escritores y pensadores, que vieron en él un modelo intelectual a seguir. En toda esta enseñanza había un escepticismo sin compromiso religioso, sostenido por razones y ejemplos.
La encarnación del espíritu de la Ilustración fue Voltaire. En Cartas inglesas o filosóficas (1734) atacó los métodos de los que se valía la Iglesia , desde su punto de vista, para explotar la debilidad humana. También atacó los sistemas teístas y optimistas de filósofos, teólogos y reformistas, en particular a los del filósofo alemánGottfried von Leibniz. En su tiempo Voltaire fue considerado, en primer lugar, como filósofo, y sus obras eclipsaron, hasta pasado el tiempo, sus sátiras clásicas, como la novela Cándido (1759).
El siglo XIX
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Durante el siglo XIX surgieron numerosos grupos literarios. Los primeros fueron los románticos, seguidos por los realistas, parnasianos, simbolistas y naturalistas.
A pesar de sus ideas políticas radicales, las novelas de Madame de Staël fueron un anticipo de las preocupaciones y métodos de los románticos de la generación siguiente. Corinne o Italia (1807) fue considerada su obra maestra.
Estuvo a la cabeza de los primeros románticos Alphonse de Lamartine, escritor sentimental y artesano consumado. Los románticos se aventuraron a romper las reglas y sustituir la contención clásica por la emoción exaltada. El componente más productivo y militante de esta corriente fue Victor Hugo, que, en Hernani (1830) utilizó el escenario de tribuna para exponer sus ideas románticas. Le apoyaron los novelistas Dumas padre y Théophile Gautier, y los poetas Alfred de Vigny, Alfred de Musset y Charles Nodier. La literatura romántica formó parte de un movimiento artístico y general como se ve en la pintura del artista Eugène Delacroix y del compositor Ambroise Thomas.
A Honoré de Balzac se le considera un autor puente entre las dos corrientes, la romántica y la realista. Se asemeja a los escritores románticos por su gran fuerza, variedad y carencia de forma. Pero su disposición materialista, observación minuciosa y preocupación por el detalle, le convierten en el primer realista. Su ambiciosa obra La comedia humana (47 volúmenes, 1829-1850), escrita en veinte años, consta de novelas y relatos breves. Los personajes de esta obra pertenecen a casi todas las clases sociales y profesiones, y representan el panorama social de la Francia del siglo XIX.
Entre los grandes escritores realistas franceses figuran Stendhal, Gustave Flaubert yProsper Mérimée. La aguda percepción psicológica de Stendhal se anticipó a los novelistas psicológicos modernos y fue reconocida y alabada por Balzac. Las novelas principales de Stendhal son La Cartuja de Parma (1839) y Rojo y negro (1830). El ejemplo más claro del realismo meticuloso de Flaubert lo tenemos en Madame Bovary (1857). Su técnica es sutil y sus resultados sublimes; los personajes y las situaciones van creciendo ante el lector a través de una acumulación gradual de detalles cuidadosamente observados y presentados por el autor. A pesar de tener ciertas cualidades románticas, a Mérimée puede considerársele como realista por el retrato psicológico de sus personajes. Sus mejores obras son historias breves (un poco más largas de lo habitual), entre ellas Carmen (1846) y Colomba (1852).
En poesía, la reacción contra el romanticismo empezó con Esmaltes y camafeos(1852), de Théophile Gautier, que había sido cabecilla de la escuela romántica en su juventud. Los parnasianos llevaron el cambio más lejos, entre ellos Charles Marie René Leconte de Lisle, Sully Prudhomme y José María de Heredia. Estos poetas buscaban y lograban una belleza limitada, impersonal y cincelada, aunque se considera más una vuelta al clasicismo que una innovación tras el romanticismo. El caso de Charles Baudelaire es diferente. A pesar de que la técnica pulida de su verso está tan trabajada como la de los parnasianos, su obra es muy personal al expresar su amargura, agonía, y desesperación. Se prohibió la publicación de su mejor obra,Las flores del mal (1857), hasta que suprimió ciertas estrofas ofensivas.
Baudelaire ejerció influencia sobre los simbolistas, a veces llamados despectivamente decadentes, que fueron sus discípulos. Su obra tuvo carácter marcadamente experimental, en verso libre. Entre los simbolistas destacan Paul Verlaine, Henri de Régnier, Stéphane Mallarmé, el conde de Lautréamont, Tristan Corbière, Charles Cros y Jules Laforgue. La obra de Lautréamont Los cantos de Maldoror (1868) influyó más tarde en los surrealistas. Algunos escritores belgas se asociaron con los simbolistas, entre ellos Georges Rodenbach, Émile Verhaeren yMaurice Maeterlink. El escritor más influyente del simbolismo sin embargo fue Arthur Rimbaud, que escribió sus poemas más representativos e ingeniosos antes de cumplir los 19 años. La poesía simbolista tiene una calidad sugerente y velada que le une al impresionismo de pintores como Claude Monet y compositores como Claude Debussy.
Al final del siglo XIX algunas de las tendencias realistas, que tuvieron en la obra de Flaubert su máximo ejemplo, llevaron a la corriente llamada naturalismo, que hacía especial hincapié en el entorno y la herencia como principales determinantes de la acción humana. Dirigió esta corriente el historiador y crítico Hippolyte Taine, cuya obra más famosa es Historia de la literatura inglesa (1863-1864). Taine creía que actitudes humanas, como la virtud y el vicio son productos como el azúcar y los ácidos, y que la cultura humana es el resultado de influencias formativas como la raza y el clima. Los hermanos y colaboradores literarios Edmond y Jules de Goncourtfueron teóricos y defensores de la novela naturalista. Destacaron con Germinie Lacerteux (1864). Tras la muerte de su hermano, Edmond de Goncourt fundó y legó testamentariamente sus bienes a la sociedad Goncourt que tenía como fin alentar la literatura naturalista. Influyó en la obra de Alphonse Daudet, un novelista realista —más conocido por sus descripciones de Provenza en Cartas desde mi molino (1869)— cuya obra está plagada de humor.
El naturalismo fue adoptado como principio fundamental y técnica literaria por Émile Zola, el escritor más significativo de este movimiento. Usaba el término en particular, para describir el contenido y propósito de sus novelas, que se caracterizaban por el determinismo histórico formulado por Taine. La técnica literaria de Zola se ve claramente en La taberna (1877), Nana (1880), y Germinal(1885). Fue tan extrema la influencia de su técnica que en 1887 Edmond de Goncourt y Daudet, junto con cinco discípulos del mismo Zola, formaron un grupo de oposición responsable por medio de un manifiesto contra la novela de Zola La Tierra (1888). También se opuso a Zola el escritor Paul Bourget, famoso por su novela El discípulo(1889) que daba más importancia a la motivación psicológica que a la ambiental, un aspecto del naturalismo ignorado por Zola. En el campo del relato breve, el escritor naturalista más importante fue Guy de Maupassant, cuyas obras incluyen las colecciones Mademoiselle Fifí (1882) y Cuentos de día y de noche (1885), así como varias novelas; como escritor de relatos breves, Maupassant, cuyo maestro literario fue Flaubert, no tiene igual.
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